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martes, 15 de enero de 2013

Las transiciones por Alberto González



Según Mombaers, 2000 (citado por Casáis, 2004) el 50 % de los goles que se producen en acción de juego corresponden a las fases de transición, señalando además que las acciones entre 2-3 jugadores ejecutadas a gran velocidad son la base de las acciones ofensivas que acaban en gol ya que la mayoría de los goles se consiguen en menos de 15 segundos y con una secuencia inferior a 4 pases. Con estos datos, podemos deducir de la gran importancia de dominar las transiciones en nuestros equipos.
Se pueden encontrar diferentes escritos, artículos, entrenadores que interpretan las transiciones de diferentes perspectivas. Hoy nosotros vamos a hablaros de cómo interpreta las transiciones el entrenador nacional Alberto González, entrenador que se ha forjado desde la base hasta llegar a la categoría de división de honor del Málaga C.F. siendo subcampeón de liga y subcampeón de la copa del rey de juveniles, donde llegó a dicha final desarrollando un grandísimo juego.
Alberto nos habla de la transición como el momento de cambio de posesión del balón, a veces un poco más duradero (por ejemplo, cuando hay un disparo a puerta, el equipo deja de estar en posesión del balón cuando golpea, el portero rechaza y sigue siendo transición hasta que alguno de los equipos se apodere del balón) y otras veces instantáneo (por ejemplo una situación de uno contra uno en la que el defensor roba el balón, pasando por tanto a ser atacante).
Pero esto lo consideramos poco práctico, por lo que para su estudio y entrenamiento vamos a considerar la transición como una fase del juego mucho más amplia, que se inserta indispensablemente en la fase anterior (con los movimientos preparatorios) y en la fase posterior (con el despliegue en caso de pasar al ataque y con el balance defensivo caso de pasar a la defensa).
La fase de transición empieza con la pérdida/recuperación del balón o con los movimientos previos a dicha pérdida/recuperación (si los hubiera), y termina con la organización defensiva (del equipo que perdió la posesión), con la recuperación del balón (el equipo que perdió el balón podría recuperarlo sin llegar a organizarse defensivamente, a través de una defensa circunstancial) o con un gol.
El objetivo a conseguir con nuestro equipo en el entrenamiento de las fases de transición será acortar lo máximo la parte que se inserta en la fase posterior, de manera que si la realizamos antes que el rival (que estará realizando la fase de transición opuesta) dispondremos de un tiempo de desequilibrio de éste, que nos dará ventaja para tener éxito en el ataque, si realizamos transición defensa-ataque, o en la defensa, si realizamos transición ataque-defensa.
Pero para acortar lo máximo esa parte posterior, y sacar ventaja, es necesario realizar una buena parte anterior, que nos permita estar bien situados en el “imprevisible” momento del cambio.
Las fases de transición tendrán una gran importancia en el desarrollo del juego, ya que de ellas surgen gran cantidad de situaciones de gol.
Para abordar la temática que nos ocupa, como es las transiciones en fútbol, es indispensable hacer un análisis profundo de toda la dinámica del juego, debiendo esclarecer todo lo que ocurre antes y después de ellas; ¿Cómo ha de hacerse la transición ofensiva si hacemos defensa presionante? ¿Cómo si nuestro fuerte es el contraataque? ¿Y si vamos ganando y nos interesa tener el balón? ¿Si hacemos ataque directo cómo ha de ser la transición defensiva? ó ¿Quién ha de ir a tapar un posible saque rápido de falta mientras que el resto del equipo se organiza defensivamente? ¿Cómo tendremos que hacer la transición defensiva si queremos hacer una defensa de contención? ¿Cómo haremos la defensa circunstancial ante pérdida de balón en ataque combinativo y el consiguiente contraataque del rival? replegamos hasta el área por el carril central; presionamos al jugador con balón y temporizarlo obligando a ir hacia banda; presionamos rápido balón obligando a pasarlo y salimos provocando el fuera de juego...
Cualquier cosa que hagamos razonadamente puede estar bien, pero lo que esta claro es que hay que tener una idea y entrenarla para que después, en competición, todos los jugadores actúen en consonancia. Sino podría darse una situación en que unos defensas salieran a presionar el balón para obligar al pase y provocar el fuera de juego mientras otros repliegan habilitando la posición de los delanteros.
La dinámica del juego consiste en la sucesión de acciones en la que los equipos pasan de una fase ofensiva a otra defensiva y viceversa a través de la perdida o la recuperación de la posesión del balón, las cuales se producirían en otras fases a las que llamamos fases de transición. Estos cambios de fase pueden producirse de manera continuada en el juego o por medio de una interrupción de éste.
Como consecuencia estamos obligados a considerar las fases del juego como un todo y no como partes aisladas.
Como hemos dicho anteriormente existen diferentes formas de interpretar las transiciones y con su debida justificación todas pueden ser válidas, pero nos pareció sumamente interesante este artículo de las transiciones de Alberto González, cabe decir, que ya ha hecho ponencias sobre este temática para el colegio de entrenadores de Málaga y para La Libreta del Míster, así como, esta pendiente de sacar un libro y un curso on line en el mes de febrero sobre las transiciones. Si estais interesados podéis dejar vuestros comentarios en la entrada o enviar un email a dmedilopez@gmail.com y os informaremos gustosamente.



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