Hoy hemos querido aprovechar la experiencia vivida de uno de nosotros para relacionarla con una situación muy común en el día a día del entrenador. ¿Conoces los por qué de tus entrenamientos? ¿Los diseñas con un fin acorde a las caracterícticas de tus jugadores/as? ¿Tienes claro los objetivos a cumplir en función de la etapa en la que se encuentran tus jugadores/as?.
Pensamos que esta reflexión puede ayudaros:
Un día normal de clase en la Universidad para la cual trabajo, tras las primeras sesiones de entrenamiento con los chicos del Málaga Alevín, tuve una conversación con mi colega de profesión de atletismo e investigadora…
Ella, me suelta de pronto: “¡¡no
sabemos cómo entrenamos!!, No medimos lo que hacemos, ni lo cuantificamos,
y ni siquiera hacemos una evaluación
objetiva en base a un evento (partido por ejemplo) diferenciado en el tiempo
(temporada), o bien , ni siquiera los clubes consideran contemplar una
metodología clara durante un tiempo y observar
qué resultados de ejecución obtenemos con el paso del tiempo (Edad
cronológica)”.
De hacerlo, que desconozco si el
lector lo ejecuta o no… ¿qué ganaríamos?. Respuesta: información y
conocimiento. Lo que intuimos que no va en base a nuestro bagaje, lo
llamaríamos información. Lo que comprobamos, damos una explicación y lo
contrastamos es lo que llamaríamos conocimiento. Esto, nos ayudaría a reajustar
nuestra metodología de entrenamiento, nuestro modelo de juego, nuestras
acciones como docentes-entrenadores en
última instancia con mayor precisión y velocidad.
Muchos entrenadores, se basan en
un cambio habitual de su modelo de juego
basado en el rival incluso en categorías de formación. La victoria por encima
de todo. Esto es a corto plazo, eficaz, pero a largo plazo… los jugadores, las
características individuales penden del hilo de la casualidad más que de la
causalidad. Un individuo cualquiera cuando entrena, a nivel físico-técnico-táctico/estratégico-psicológico,
si os dais cuenta el vocablo es interminable por sus distintas variables, la
complejidad lo inunda y más aún, cuando hay un oponente que de la construcción,
deshace y condiciona lo que se hace. A los jugadores, les ayuda tener un patrón
de juego, y este viene marcado, por lo que llamamos modelo de juego-modelo de
entrenamiento y modelo de gestión (Misión;
Visión y Valores).
Estas últimas tres patas deben
estar claramente apoyadas por el conocimiento proveniente de:
1- Conocimiento
científico (contrastado)
2- Experiencia
(por contrastar)
3- Validez
de expertos (ayuda externa de personas con más experiencia y conocimiento)
4- Estudio
diario.
Un entrenador cuando se expone a
entrenar, debe pensar que línea de entrenamiento (metodología de enseñanza a apostar), gestión de personal (jugadores o
personal de cuerpo técnico-valores) y modelo de juego a ejecutar (filosofía de
juego, que sello característico identifica a mi equipo).
Los clubes deberían apostar,
dicho esto, por establecer una guía clara y observar que resultados (de ejecución de cualquier faceta del talento
del futbolista) obtiene a largo plazo. Con el fin de reajustar su camino y
ofrecer a los equipos de superior categoría jugadores cada vez más completo
para lo que se pretende hacer en el juego.
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